LAS FORMAS DE LO HUMANO
CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL ESCULTOR
El trabajo del escultor es una labor divina. En la mitología griega, Hefesto, dios del fuego y la metalurgia, era el encargado de elaborar las armaduras y joyas de los dioses. La tradición judeocristiana señala que Dios usó barro para moldear y dar vida a su criatura más amada. A través de los siglos, en el mito y la cotidianidad de nuestros actos, las formas del metal, la madera y el barro nos recuerdan este arte de los ojos y las manos, del martillo y el cincel, del fuego y la tierra. En las plazas públicas, salas de museos, edificios públicos y pasillos de nuestra memoria, las esculturas nos miran impregnadas de un halo que reta el paso del tiempo, confundiendo e intercalando los espacios. En cada pieza de piedra o bronce se desliza el sueño de lo eterno, un silencio que pretende conmover a la muerte y seducirla…
El pasado 5 de marzo, en el Andador Constitución, se montó una exposición colectiva para mostrar el trabajo de varios jóvenes escultores que engrandecen la cultura mexiquense. Tras sus nombres se esconde la pasión de quien intima con la materia para vivificarla y engendrar con ella las formas de lo humano, descubriéndonos la belleza de lo femenino, el amor, lo divino y patriótico; la relación entre el arte moderno y el antiguo; la fuerza y el clasicismo del mármol y la madera; así como el erotismo en barro: Carlos Alberto Plata Domínguez, Fernando Cano, María de los Ángeles Rosales, Miguel Ángel Hernández Vences, Jesús Nonato Barrán, José Neri González. Enhorabuena por nuestras jóvenes promesas en el arte.
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